2 Solomillos de cerdo.
4 Cebollas grandes.
4 Cucharadas de azúcar.
2 Cucharadas de margarina.
1 Vaso de vino tinto.
1/2 Vaso de agua.
Sal y pimienta.
2 Clavos de olor.
Salpimentar los solomillos por los dos lados, echar un chorro de aceite, poner en el horno solo con la parte de arriba para que se dore.
Mientras en una sartén derrites la margarina, echas la cebolla cortada en rodajas finas y dejas que se haga a fuego muy suave. Cuando este blandita, añade el azúcar y deja que se dore un poco. Incorpora el vino y los clavos y deja que se reduzca a la mitad. Agrega un poco de agua y cuando este un poco espeso retiralo del fuego. Corta el solomillo en rodajas y echa la salsa por encima.